3 tés, 3 libros y 1 película para una tarde de domingo

06 Nov 3 tés, 3 libros y 1 película para una tarde de domingo

El 31 de diciembre de 2014 un taxi recorría San Francisco desde China Town a Marin. En él viajaba solo una pasajera una mujer nacida con el nombre de Adaline Bowman. Ahora se hace llamar Jennifer Larson. Este es el primer y último capítulo de su vida. Desde que salió en cines, he visto “El secreto de Adaline” tantas veces que estoy empezando a saber de memoria algunas conversaciones.

Puede que no sea una superproducción, ni que tenga un argumento que invite a profundas reflexiones. Sin embargo, hay tres cosas que me llaman la atención cada vez que la veo. En primer lugar, menudo detalle el de “las flores” (no revelaré nada, para los que no la hayan visto aún). Solo diré que este año a los Reyes les pediré un Ellis envuelto para regalo, por favor -los chicos me permitiréis el comentario porque no os podréis quejar; ella también es un bombón.

En segundo lugar, desde la primera vez me ha fascinado la clase con la que es capaz de sentarse en una cafetería y leer. En mis libros hay sospechosas manchas que revelan que clase de té o infusión tocó ese día. Estoy segura de que ella bebe té blanco para que, aunque salpique, no se note al secar -además, porque combina muy bien con esa elegancia con que ella hace todo. Pondría la mano en el fuego y solo la notaría un poco templada si os digo que esto es lo que Adaline bebe mientras lee su ramo de flores:

• Pai Mu Tan Fresa: es un té blanco Pai Mu Tan aromatizado con fresas secas, ideal para aquellos a los que les guste el té blanco clásico y los sabores dulces, o para cuando leáis White Oleander, de Janet Fitch.

• Pai Mu Tan Cítrico: se trata de una mezcla de té blanco Pai Mu Tan con la frescura del limón. Combina a la perfección con el vino de diente león y cítricos de Dandelion Wine, de Ray Bradbury.

• White Cherry: la joya de la corona, nuestro White Cherry es una mezcla de té blanco Pai Mu Tan y tés verdes de China (Fog Tea, Lung Ching y Perlas de Jazmín) y, por si esto fuera poco, aromatizado con cereza y pétalos de rosa. El resultado de esta sofisticada receta es un sabor ligero y aromático, algo que seguramente Daisy Miller (Henry James) bebería más de una vez en Suiza.

Pido disculpas por anticipado por el tercer puesto en esta lista de tres mejores momentos de la peli, pero una no es de piedra: ¿os imagináis llegar a casa y que venga a saludaros Bruce con esas orejas balanceándose a los lados de la cabeza? Quien no se derrita ante la imagen, no es humano.